Cómo mejorar la productividad y el estilo de vida con gratitud
Absolutamente todos nosotros tenemos varias razones para estar agradecidos. A pesar de ello, la gratitud no siempre está presente en nosotros, quizás porque vamos por la vida demasiado rápido sin tener tiempo de apreciar lo que tenemos. Otra razón puede ser que nos hemos visto obligados muchas veces a estar agradecidos por las cosas sin realmente sentirlo y esto ha hecho que rechacemos o bloqueemos esta emoción. Estar agradecido es vivir el momento.
En el momento en que nos detenemos un segundo para decir: «gracias» o «vaya, esto es hermoso», no estamos pensando en el pasado o en el futuro, estamos anclados en el presente.
¿Quieres agradecer más?
Aquí hay tres posibles formas de adoptar la gratitud como un hábito. Quizás algunas de estas ideas te parezcan obvias (sin embargo, ¿cuántas veces no tenemos en cuenta lo obvio?) Pero, aún así, quizás la segunda forma posible te sorprenderá.
¿Empezamos?
1. Prestar atención al presente
¿Alguna vez has oído la expresión «lo que importa es el camino, no el destino»? Es un modismo que significa relajarse y tomarse un tiempo de tu apretada agenda para disfrutar o apreciar la belleza de la vida y lo que se vive en el momento. Para poder abrazar el sentimiento de gratitud, es necesario detenerse, mirar alrededor y ser consciente de dónde estás y qué tenemos. Darnos cuenta de las cosas buenas que nos rodean requiere atención, esa es la clave, a veces también silencio.
Algunas sugerencias para hacer este ejercicio de detenerse y prestar atención a lo bueno en la vida incluyen:
Llevar un diario
Llevar un diario en el que escribir 3 cosas por las que se estás sinceramente agradecido o agradecida antes de acostarte.
Si escribir un diario no es lo tuyo, también puedes unirse a un grupo de Facebook u otro foro en línea donde se discuta el agradecimiento y se compartan mensajes positivos. La ventaja de escribir y no sólo pensar en las cosas por las que estás agradecido es que esas palabras se quedan ahí para siempre, no son arrastradas por el viento o enterradas bajo pensamientos grises.
Empezar un jarro de gratitud
En lugar de escribir las cosas que agradeces en un cuaderno, escríbelas en pequeños trozos de papel, compra un tarro de cristal y ponlas allí regularmente. Cada vez que sientas y/o experimentes gratitud a lo largo del año, guárdalo en el tarro. Notarás la alegría que sentirás cuando veas cómo tu «frasco de gratitud» se llena día a día.
Tener un momento de gratitud
Sin escribir, puedes fijar una hora fija en el día para dar las gracias, por ejemplo, por la mañana tan pronto como te despiertes o justo antes de acostarte cuando estés en la cama revisando lo que ha sucedido a lo largo del día.
Puedes configurar un recordatorio en tu teléfono para que, por ejemplo, dos veces al día, escuches una alarma que ponga «gratitud» y que te recuerde que es hora de parar un par de minutos, estés donde estés, para preguntarte: ¿Qué está sucediendo ahora mismo que merece dar las gracias? Si puedes detenerte muchas veces para mirar al azar tu feed de Instagram, ¿por qué no te detienes un momento para analizar lo que merece la pena apreciar aquí y ahora? Sea cual sea la forma, escribir o simplemente pensar, crear una rutina de agradecimiento tendrá efectos muy beneficiosos a largo plazo. Sólo tienes que elegir el camino y… ¡a por ello!
2. Apreciar lo que ya se tiene
Reducir las compras innecesarias. Sé nostálgico y revisa tus cosas viejas.
Ir de compras en tu propia casa
¿En qué consiste la compra en tu hogar?
Básicamente en buscar hasta el fondo de todos los cajones y armarios de nuestra casa y rescatar aquellas cosas maravillosas, útiles o prácticas que ya se tienen y que se pueden haber olvidado porque habíamos obviado su existencia. A lo largo del camino, también se pueden tirar, donar o regalar muchas otras que ya no aportan nada.
Los hermosos y útiles objetos que se encuentran al comprar en casa te impresionarán. Comprar en tu propia casa es un ejercicio de agradecimiento, primero porque te darás cuenta de que tienes cosas hermosas sin saberlo y segundo porque pone en valor lo que estaba oculto al acumular polvo.
¿Cómo agradecer aún más? Busca cosas que despierten genuinamente este sentimiento
Queremos invitarte a que pases unos minutos buscando las razones por las que agradeces en tu vida. Cuantas más, mejor, ¡posiblemente tu vida esté llena de ellas! La clave es simple pero a menudo se pasa por alto: tienes que descubrir las cosas que son realmente importantes para ti, las que te hacen feliz.
En resumen
Despertarse y sentirse realmente agradecido tiene beneficios asombrosos. Aunque algunos días pueden ser más difíciles que otros, tratar de hacer un hábito de practicar la gratitud diariamente es importante. Cuando te encuentres estresado o estresada pensando en el día de trabajo que te espera, puedes relajarte siendo agradecido con lo que se tiene. Las investigaciones demuestran que la gratitud puede ayudar a tu salud física + psicológica, aumenta la empatía + reduce la agresión, mejora el sueño + mejora la autoestima y aumenta la fuerza mental.
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