El CBD en la UE: la última actualización de la política

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CBD legal en Unión Europea

En los últimos meses, se ha producido una revolución silenciosa en la industria del CBD. En medio de la pandemia de COVID-19, las regulaciones que rodean al CBD en la UE han estado cambiando, con el resultado final de un enorme paso adelante para la industria.

¿Qué ha pasado?

Anteriormente, la Comisión de la Unión Europea tenía previsto reevaluar el cannabidiol (CBD) y clasificarlo como droga de la Lista 1, junto con otros estupefacientes prohibidos. De esta manera, la reglamentación se ajustaría a la Convención Única de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes, aprobada en 1961.

A principios de este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había dibujado un cuadro completamente diferente, a saber, que el CBD no tenía nada en común con las drogas ilegales que de otro modo se enumeran en la Convención.

Ahora, en octubre de 2020, llega el alivio con una sorpresa positiva: en una votación en el Parlamento Europeo, como parte de la reforma de la Política Agrícola Común (PAC), la mayoría de los delegados han votado a favor de aumentar el contenido de THC permitido en los productos del CBD para pasar del 0,2% al 0,3%.

La historia de la regulación del cáñamo

El cáñamo sirvió anteriormente como fuente común de alimento, fibra y material de construcción en Europa durante más de 2500 años, pero para los tiempos modernos, se empezaron a poner restricciones a las prácticas de cultivo. Legalmente, el cáñamo industrial fue equiparado con la marihuana y las mismas reglas se aplicaron a ambos, haciendo cumplir la prohibición de su cultivo.

La diferencia decisiva radica en el contenido de THC de las plantas: mientras que la marihuana tiene un contenido muy alto de THC (entre el 5 y el 25%) y es altamente psicotrópica, el cáñamo industrial tiene un contenido principalmente alto de CBD (cannabidiol), con un contenido naturalmente bajo de coccurrencia de THC.

Sin embargo, hasta la década de 1990, en la mayoría de los países europeos siempre se aplicó un valor límite de 0,3% de THC al cultivo de cáñamo. En 1999, por insistencia de Francia y con el deseo de unificar la política agrícola en torno al cultivo de cáñamo en la UE, el valor se redujo finalmente al 0,2%.

¿Son útiles las nuevas regulaciones?

Según la EIHA (Asociación Europea de Cáñamo Industrial) esta es una decisión que debería haberse tomado hace mucho tiempo. El Presidente de la EIHA, Daniel Kruse, dijo de la decisión que el cáñamo ha servido como una importante materia prima durante miles de años y ha sido descartado durante décadas como un cultivo pequeño e insignificante.

Añadió que el nuevo reglamento era particularmente beneficioso para la diversidad: las nuevas variedades podían introducirse en el mercado con mayor facilidad y también podían tenerse en cuenta las diversas diferencias climáticas dentro de la UE.

Si los delegados hubieran decidido lo contrario, esto podría haber sido el fin para la industria del CBD, pero también para muchos agricultores de cáñamo y puestos de trabajo relacionados directa o indirectamente con la industria.

Entonces, ¿qué pasa ahora?

A finales de octubre, el Parlamento Europeo votó su posición negociadora sobre los tres reglamentos que conforman la PAC y las prácticas reglamentarias.

El texto será objeto de negociaciones con la Comisión Europea y el Consejo con el fin de encontrar una posición común que se adoptará el año próximo.

La Comisión Europea ya había expresado su oposición en julio de 2020, por lo que queda por ver si se sumará a la votación del Parlamento el año próximo a fin de crear una nueva ola de políticas sobre el cannabis.

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